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viernes, 11 de noviembre de 2011

HARIRA FASSIA (Sopa marroquí)


La harira es una sopa tradicional marroquí elaborada unas  veces con lentejas, otras con garbanzos o con ambas legumbres (como en este caso), algo de carne, tomates y apio. Se toma todos los días durante el Ramadán acompañada de algo dulce como dátiles o higos secos para romper el ayuno. Nosotros en casa la tomamos como plato único, acompañada de una buena ensalada.

Hay tantas variedades de hariras como regiones hay en Marruecos pero para muchos marroquíes la verdadera harira es la de Fez; la gastronomía de esta ciudad (gastronomía fassia), con más de catorce siglos de antigüedad, goza de un gran predicamento entre los entendidos por su refinamiento y variedad.

Pues esta harira de la ciudad imperial de Fez es la que vamos a preparar. Debe quedarme muy rica... Juan, mi marido, siempre dice que, de mi cocina, es su plato favorito.


Ingredientes para 4 personas: 

250 gr de morcillo (si es de buey mejor pero si no de vaca)
2 cebollas
200 gr de garbanzos remojados la víspera
100 gr de lentejas rubias
4 tomates
1 ramita de apio
1 cucharada rasa de jengibre en polvo
1/2 cucharadita de cúrcuma (1)
1 manojo de cilantro
1 manojo de perejil
150 gr de concentrado de tomate (2)
1 cucharadita de smen (3)
2 cucharadas de aceite de oliva
1 litro de caldo o de agua
150 gr de lengua de pájaro (pasta) (4)
Sal y pimienta negra recién molida


*Acerca de algunos ingredientes:

Para los que no conozcan estos ingredientes vamos a ver qué son y dónde se pueden conseguir. Son bastante comunes, salvo el "smen".


(1) Cúrcuma: Es una especia que forma parte del curry, mucho más conocido, nos da color pero también sabor. Se puede encontrar en los supermercados normales en los tarritos de especias de las marcas habituales (Ducros, Carmencita...) y, cómo no, en las tiendas de productos indios y árabes.

(2) Concentrado de tomate: Es una pasta de tomate triturado y concentrado. Suele comercializarse en latas pequeñas. No debemos confundirlo con tomate frito ni salsa de tomate, es importante porque le da a la harira un sabor peculiar.

(3) Smen: Es una mantequilla rancia que se utiliza en la cocina del norte de África, la podemos comprar en las carnicerías árabes (suelen vender este tipo de productos). Tiene un sabor característico y debemos usar poca cantidad. En caso de que no la encuentren, no se preocupen, se puede hacer el tajin sin ella. De hecho yo conozco personas de Marruecos que no la utilizan porque no les gusta el sabor.
Para los canariones: en Las Palmas, aparte de las carnicerías halal, la vende también un supermercado indio que hay en la calle Los Gofiones (la continuación de Sagasta), frente a Hiperdino. De allí me la traje yo a Madrid.


(4) Lengua de pájaro: Es un tipo de pasta que podemos encontrar fácilmente en los supermercados con el nombre de "orzo", es -como ven en la foto- pequeña y alargada de un tamaño aproximado del doble de un grano de arroz.



Preparación:

Igual que hice con el "Tajin de cordero con ciruelas y almendras", les voy a dar esta receta en pasos, en este caso cuatro, para que vean que es mucho más sencilla de preparar que lo que pueda parecer.

Vamos a utilizar un caldero ancho y bajo. Yo he usado mi olla de hierro fundido -Creuset- pero se puede usar cualquier buen caldero de doble fondo.

1. Cortamos las cebollas en cuadraditos pequeños y la carne en pedacitos de cuchara. Ponemos el caldero al fuego, cuando esté caliente ponemos la cucharadita de smen y las dos cucharadas de aceite, (si no tenemos 'smen', no pasa nada ponemos un poquito más de aceite y ya está), sofreímos tres minutos, más o menos, las cebollas que hemos cortado y añadimos la carne, la cúrcuma, el jengibre en polvo, salpimentamos y rehogamos todo durante cinco minutos, no más.




2. Añadimos el caldo (o el agua) y cuando esté caliente incorporamos los garbanzos, el perejil y el cilantro picados y el apio en rodajitas finas. Dejamos guisar todo esto durante 30 minutos (hasta que veamos que el garbanzo está a medio hacer).


3. Pasado este tiempo añadimos las lentejas, los tomates naturales rallados, y dejamos guisar 20 minutos.

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4. Por último incorporamos la lengua de pájaro y el concentrado de tomate y esperamos a que la pasta esté hecha.

Dejamos reposar y...
 


...a comer que está muy buena y es reconstituyente!!!




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lunes, 18 de abril de 2011

POTAXE DE VIXILIA DE MARILÚ


 Pues ya estamos en Semana Santa y, cómo no, vamos a poner una receta típica de estas fechas, el "Potaje de Vigilia de Marilú".

¿Y esta receta?. Les cuento, el potaje de vigilia que más se conoce es el de garbanzos, espinacas y bacalao, pues hay otro... el de Marilú, mi suegra, a la que no tuve el placer de conocer pero que me ha dado (a través de su hijo) la sazón de un buen "Caldo Gallego" y este "Potaxe de vixilia" que se diferencia del otro en que, además de los ingredientes clásicos, lleva papas y arroz, lo que enriquece el guiso y lo hace mucho más gustoso.



Para dos personas necesitaremos: 


100 gr. de garbanzos remojados de víspera
1/2 cabeza de ajos + 3 dientes
2 hojas de laurel
1 cebolla mediana + 1/2 cebolla
1/2 cucharada de pimentón dulce
100 gr. de bacalao salado (y desalado)
1 manojo de espinacas
1 papa mediana
20 gr. de arroz
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra     
1 huevo duro
sal y pimienta en grano




Preparación:

En una olla rápida, ponemos a cocer, en 1 litro de agua, los garbanzos junto con la media cabeza de ajos, la hoja de laurel, la 1/2 cebolla y unos granos de pimienta. Tapamos la olla, la ponemos en posición 1 y dejamos cocer 15 minutos desde que empiece a vaporizar.


Mientras tanto sofreímos la cebolla y los tres dientes de ajo (todo cortado pequeño) con la otra hoja de laurel hasta que quede todo bien pochado, incorporamos el pimentón dulce; abrimos la olla de los garbanzos y le añadimos al sofrito un cucharón del caldo de cocción.











A partir de este momento vamos a seguir con la olla abierta; incorporamos el bacalao, chascamos la papa, añadimos el arroz y las espinacas (todo partido en trozos de cuchara) y, por último, el sofrito.














Seguimos cociendo con la olla abierta hasta que el arroz y las papas estén en su punto, más o menos 17 minutos.

Servimos en los platos y decoramos con el huevo duro picado por encima.


¡ Buen provecho!



Dos notas:
  • No hemos puesto sal (excepto un poco en la cebolla para que pochara bien) porque el bacalao siempre aporta algo de sal. Se puede rectificar, en todo caso, al final.
  • Lo deseable es que el potaje repose una horas antes de servirlo. Lo ideal es hacerlo la tarde anterior; si lo hacemos así, calentamos el guiso, al día siguiente, a fuego lento.





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