Ya estoy aquí de nuevo. No publicaba ninguna receta desde el 20 de febrero, no ha sido por desidia ni 'gandulismo', ha sido por causa de fuerza mayor, hemos tenido un fallecimiento en la familia y hace falta unos días para recuperarse. Pero aquí estamos otra vez, con el delantal puesto y la cuchara de madera en ristre.
El pasado viernes 2 de marzo cumplió un año 'La cocina de Pino' y tengo que agradecer a todos los seguidores del blog su atención, sus correos y sus sugerencias; sin seguidores no tendría sentido todo este trabajo. Hay en proyecto algunos cambios para el blog pero como esto es una actividad lúdica y depende del tiempo libre que nos deje el trabajo habrá que esperar un poco.
Vamos a lo nuestro, a los fogones.
Hoy quiero compartir con ustedes una receta típica sevillana y tapa emblemática de la taberna El Rinconcillo, nadie pasa por ella sin probarla junto a unas buenas 'pavías'.
Esta taberna es la más antigua de esa hermosa ciudad que es Sevilla. La actividad de este negocio se remonta a 1670, siendo este negocio de la misma familia desde 1860.
Exterior e interior de 'El Rinconcillo'
Hemos querido reproducir el plato echando mano de la memoria gustativa y olfativa, así como de documentación sobre gastronomía andaluza y el resultado ha sido muy digno y bastante similar a lo que podemos degustar en esta taberna sevillana.
Ingredientes:
1 tazón (1/4 kg) de garbanzos sobrantes del cocido
400 gr de espinacas limpias
3 dientes de ajo

1 cucharada de cominos en grano
2 rebanadas de pan
aceite
vinagre de vino
1 cayena
sal
Preparación:
Los garbanzos si son de cocido ya están; si no lo son los pondremos de remojo la noche anterior y los coceremos partiendo de agua caliente con una zanahoria, un trozo de cebolla, un par de dientes de ajo y una hoja de laurel, en la olla a presión durante 20 minutos y los reservamos. Y si no utilizamos un bote de garbanzos cocidos, los lavamos bien en agua y ya están listos para usarlos.
Cocemos las espinacas, mejor al vapor porque pierden menos propiedades y conservan su precioso color verde, si no tenemos vaporera las hervimos en agua y sal y las escurrimos muy bien.
En una sartén caliente ponemos tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra ponemos los dientes de ajo enteros y los freimos, cuando estén a medio freir incorporamos las rebanadas de pan, las freimos de manera que nos queden churruscantes. Sacamos lo frito y reservamos la sartén con el aceite.
En un mortero ponemos: los cominos, la cayena, los ajos fritos, el pan frito y un poquitín de sal. Majamos bien y le añadimos un chorrito de vinagre. La cantidad de vinagre depende de lo fuerte que sea y del gusto personal, yo le puse dos cucharaditas.

El aceite que habíamos utilizado para freir lo colamos para quitar restos del pan frito y lo vertemos en un barro u otro recipiente (aquí utilicé un caldero blanco de pyrex) lo ponemos a fuego suave y añadimos la cucharada de pimentón, el majado y los garbanzos.
Le damos unas vueltas para que se rehoguen bien, incorporamos las espinacas bien escurridas, le damos unas vueltas más para que se unan bien todos los sabores y...

Nota:
Esta receta es de 'tapa' o de 'entrante' para compartir. Lo aclaro porque, aunque tienen un sabor riquísimo, utilizarla como 'plato' creo que resultaría excesivo por la intensidad de su sabor.
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