viernes, 19 de octubre de 2012

LOMO IBÉRICO CON FRITADA EN 'BOCATA'




La semana pasada, la del 8 al 14 de octubre fue semana grande de cumpleaños pues cumplen mis hijos Fayna (el 9) y Tahiche (el 14). Este año hemos tenido la suerte de que Tahiche esté en Madrid y, como a todos los hijos, le hemos preguntado qué comida quería que le hiciéramos; el muchacho optó por llevarnos al norte de Africa, eligió una 'Pastela' y de segundo una 'Harira'. 

Lo curioso de ésto es que, ¡Fayna a 2000 km de distancia, en Tenerife, virtualmente pidió lo mismo!

El menú lo completamos con unas ensaladas típicas del norte de África que ya verán la luz en este espacio, en su día, lo mismo que la pastela.

La 'Harira' ya está en el blog hace tiempo y, como saben, es sencilla de hacer pero la 'Pastela'  tiene su trabajito. El caso es que el sábado estuvimos comprando lo que nos hacía falta, que si al mercado, que si al super y para las cosas específicas, cómo no, al barrio de Lavapiés. Allí compramos, de tarta-postre, unos dulces marroquíes que estaban muy ricos, densos, llenos de almendras y dátiles, pero ricos.

Llegamos contentos con nuestras compras pero... ¿qué vamos a comer nosotros hoy? -nos preguntamos-  pues no teníamos previsto nada y, además, nos esperaba una tarde 'movidita' en la cocina preparando todo lo del día siguiente.

Opciones siempre hay: pedir al chino, bajar y tomarte algo en el bar más cercano... pero teníamos en la nevera una bandeja de filetes de lomo de cerdo ibérico, esas cosas que siempre te dan juego para una cena; en Lavapiés, al comprar cilantro, tomates y cebolletas ¡¡¡ nos regalaron una barra de pan !!!, la verdad es que nos quedamos un poco pasmados al ver que por hacer una compra que nos salió 2,30 € nos dieran un regalo.

Pues visto lo visto, decidimos hacernos un bocata de lomo. Y para que no quedara tan soso tiramos de lo que tienes siempre en casa: pimientos, cebollas, ajos... y el resultado fue estupendo, de verdad, quedó muy gustosito el bocadillo.

No es que sea una receta propiamente dicha pero la quiero compartir en el blog porque muchas veces llegamos a casa, deprisa y corriendo, sin nada preparado o bien, tenemos que llevarnos al trabajo algo y no se nos ocurre nada, al menos a mí me pasa, y ésta me pareció una magnífica, sana y rápida idea para un almuerzo de urgencia.

Por cierto quiero defender al bocadillo de toda la vida, el que hacemos en casita, con buen producto, equilibrado. ¡Menos precocinado y más bocatas! ¡Menos bollicao y más bocadillo de nocilla o de chocolate! ¡Menos mac... lo que sea y más bocadillos de lomo, de pescado empanado, de vueltas de ternera (pepito) con ajitos fritos!... y que conste que los bocadillos pueden hacerse de muchas clases de panes (orientales, occidentales, americanos...), aquí podemos incluír a la empanada que no deja de ser un 'envoltorio' con cosas dentro y fácil de transportar.

No me enrollo más, aquí les dejo la crónica del bocata. Seguro que mis seguidores más jóvenes lo van a poner en práctica.




Ingredientes:

1/2 cebolla
1/2 pimiento verde alargado
1/4 pimiento rojo
2 dientes de ajo con piel
1 tacita de café de aceite de oliva virgen extra
sal
8 filetes de lomo de cerdo ibérico
Pan para dos, al gusto




Preparación:

En una sartén caliente ponemos la tacita de aceite, la cebolla, el pimiento verde y el rojo, todo cortado en juliana gruesa, y los dos dientes de ajo, con un golpe o una cortadita. Freimos esto a fuego medio.



Una vez hecho lo pasamos a un colador para quitar el exceso de grasa.


 Yo lo que hice fue poner un caldero debajo y colar la fritada y el aceite de una vez, así me quedó la sartén dispuesta para hacer los filetes de lomo a la plancha.




Abrimos el pan, ponemos la fritada, encima el lomo ibérico pasado a la plancha.


Cortamos unos tomatitos en cuatro los aliñamos con un poquito de aceite, sal gruesa y orégano y...


... acompañado con un vaso de vino nos resolvió el almuerzo 
¡no se imaginan lo que disfrutamos!




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martes, 9 de octubre de 2012

ARROZ CON CONEJO, VERDURAS Y SETAS


Hoy quiero compartir con ustedes una receta que como plato único me parece muy equilibrado, un arroz con conejo, verduras y setas; yo utiticé, como tantas otras veces, shiitake; se le puede poner champiñones u otra seta que nos guste o que tengamos a mano, yo tengo debilidad por ese sabor intenso que aporta el shiitake al guiso que se lo pongas. Las hay iguales y mejores pero más caras.

En este arroz va todo cortado pequeño, de cuchara, incluído el conejo que lo deshuesé y, como verán está lleno de verduras: cebolla, puerro, zanahoria, habichuelas, setas, calabacín... eso es lo que le da la riqueza y el don de plato único. Por otra parte si hay niños pequeños o personas tiquismiquis en la mesa al estar todo cortadito les aseguro que se lo van a comer sin rechistar.

Shhhhh!!! Incluso me atrevería a contarles, en secreto, que si en la mesa hay alguien que dice que no come conejo, le dicen que es pollo y se lo come sin problema alguno.

Esta receta la preparamos en casa el último domingo de junio; lo sé porque vino a casa Fran, hermano de mi amiga y compañera de fatigas en la universidad, Goretti Almeida, a celebrar que en una semanita se volvía a Las Palmas después de haber dado cuenta de un curso estupendo en Madrid. Pues sí, Mari Carmen, tu hijo Fran comió arroz con conejo ;-). Yo no sabía que no le gustaba y cuando me lo dijo en la mesa, yo que venía con mi caldero humeante y cantando las maravillas del plato, se me cayó el alma a los pies pero... se lo comió todito.

Hay que decir que todo el mérito no fue del arroz sino de Fran que es un chico encantador y muy educado.


Aquí, de izquierda a derecha, Juan, Fran y Guillermo con caritas de...
'déjate de fotos y vamos a comernos el arroz'




Ingredientes para 4 personas:

1 conejo (no lo utilizaremos todo)
1 cebolla grande o 2 pequeñas
5 dientes de ajo
1 pimiento verde alargado
1 tomate grande o 2 pequeños
1 puerro
2 zanahorias
150 gr de habichuelas
150 gr de calabacín
150 gr de setas (shiitake en este caso)
2 ñoras
1/2 litro de caldo
300 ml de agua
Unas hebras de azafrán
2 ramas de tomillo
350 gr de arroz
Aceite, sal, pimienta





Preparación:

Lo primero que hacemos es poner de remojo las ñoras en agua caliente para poder sacarles la carne cuando estén blanditas.


Preparamos el conejo


Del conejo utilicé las paletillas y el lomo, los cuartos traseros los guardé para otra ocasión porque me pareció mucha cantidad para cuatro personas.  
Yo prefiero ponerlo sin huesos porque a la hora de comer resulta más cómodo. Le podemos pedir al carnicero que nos lo deshuese o lo podemos hacer nosotros mismos. Yo lo deshuesé en casa y, por supuesto, que los huesos los guardé para utilizarlos en cualquier caldo que vaya a preparar.



Deshuesado el conejo lo partimos en trozos pequeñitos.

También, quien lo prefiera, lo puede poner troceadito sin deshuesar.



Preparamos las verduras y las setas

Cortamos la cebolla en cuadritos pequeños, los puerros en rodajitas, los ajos picaditos, el pimiento verde, las zanahorias en rueditas (eran de las que vienen con sus hojas verdes), las habichuelas y el calabacín en cuadritos, el tomate lo rallamos y las setas shiitake las partimos con las manos en trozos no muy pequeños porque después reducen.


Ya tenemos la 'mise en place', así que podemos ponernos manos al caldero.

Ponemos un rondón al fuego, cuando esté caliente echamos como 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva, salpimentamos el conejo, que tenemos deshuesado y partido en trocitos de cuchara, y lo llevamos al caldero a fuego fuerte para que se selle. Retiramos y reservamos.


En el mismo caldero, vigilando si necesitamos un poquito más de aceite o no, con fuego medio ponemos los ajos picaditos, después la cebolla, los puerros.  Rehogamos durante unos diez minutos hasta que esté la verdura caída.


Ahora añadimos el pimiento verde, las zanahorias y las habichuelas, subimos el fuego y le damos un par de vueltas.

Subimos el fuego para que al añadir la verdura no se baje demasiado la temperatura porque se nos quedarían las verduras más cocidas que rehogadas y no darían tanto sabor al arroz.


Incorporamos los calabacines y las setas shiitake. Otro par de vueltitas.


Le ponemos el tomate rallado y la carne de las ñoras.

Si no tienen ñoras también se le puede poner una cucharadita de 'carne de pimiento choricero', se vende en tarritos y le da también un sabor rico.


Devolvemos el conejo que teníamos reservado al caldero...


... incorporamos el arroz y lo sofreímos un poco.


Ahora podemos poner el caldo. De líquido vamos a necesitar el doble del volumen de arroz y un poco más. Si tenemos caldo suficiente lo hacemos con caldo, si nos falta lo completamos con agua y ya está.

Este está hecho con caldo de cocido que tenía congelado y lo completé con agua para que no estuviera tan marcado.

Le ponemos el azafrán y dejamos cocer a fuego fuerte durante 8 minutos, pasado este tiempo bajamos el fuego y completamos la cocción del arroz que suelen ser otros 10 minutos más.


Una vez terminado, antes de servirlo lo dejamos reposar 5 minutos y antes de servir le damos unas vueltas con la cuchara de servir, queda más suelto y más repartido... menos rígido ;-)




Y... ¡¡a la mesa, espero que disfruten tanto como lo hicimos nosotros!!

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martes, 25 de septiembre de 2012

HUEVAS A LA CHALACA



¡Aquí estoy hecha un manojo de nervios! La semana pasada no pude publicar porque el ordenador se negó a trabajar e incluso a recibir correo y, de hecho, va tan lento que para escribir esta receta llevo ¡más de dos horas! En fin, disculpas aparte, les voy a contar de dónde sale esta receta.

En Canarias se come mucho Salpicón de huevas, en Andalucía le dicen Aliño de huevas, y a mí, tenga el nombre que tenga, me encanta. En Perú se prepara una receta con mejillones (choros) que se parece mucho a un salpicón pero con sus peculiaridades: lleva choclo, rocoto rojo picado y se adereza con zumo de lima, pasta de ají amarillo y cilantro, son los Choros a la chalaca.

Este verano encontramos unas huevas estupendas en el mercado y las compramos con intención de hacer un salpicón de toda la vida pero... para darle una chispa diferente decidimos hacerlos 'a la chalaca'.

Como el rocoto fresco no se encuentra aquí lo hemos sustituído por pimiento rojo y para darle ese puntito picante le añadimos una puntita de rocoto en pasta.

Aunque les parezca lo mismo, el sabor de los ajíes, la lima y el cilantro le da un punto diferente al plato.

Prueben y decidan.

En esta receta igual echan en falta algunas fotos que siempre pongo pero cuando nos pusimos a hacerla no pensábamos ponerla y no fotografiamos alguno de los pasos. 


Ingredientes:


Para cocer las huevas:
 
1/2 kilo de huevas frescas (de merluza en este caso)
2 hojas de laurel
Un trozo de cebolla o cebolleta
15 granos de pimienta negra
Sal
Agua para cubrirlas
Una cucharadita de vinagre

Para el picadito de verduras:

1 cebolla roja
1/2 pimiento verde
1/2 pimiento rojo
2 cucharadas de choclo (maíz, millo) (1)
Unas ramas de cilantro
1 lima
Pimienta negra recién molida 
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Rocoto en pasta (2)
Ají amarillo en pasta (3)
Hojas de lechugas variadas
Unos tomatitos pequeños



Preparación:

Cocción de las huevas:
 
El tiempo de cocción va a depender del tamaño de las huevas, pero las que encontramos normalmente en el mercado se llevan el tiempo que les digo en esta receta.

Las huevas a veces vienen como de dos en dos, es decir, dos piezas unidas por uno de los extremos. Pues bien, es importante no separarlas, no cortar las huevas porque se nos desbaratarían.

¡Vamos al caldero!

En un caldero ponemos agua, los granos de pimienta, el laurel, un trozo de cebolla o cebolleta (yo utilizo para estas cosas los 'rabos' de las cebolletas), un poco de sal, una cucharadita de vinagre, lo ponemos al fuego y cuando esté caliente metemos las huevas y las dejamos cocer, a fuego lento para que no se nos abran, durante aproximadamente 25 minutos.



Una vez cocidas, las dejamos enfriar para cortarlas sin problemas.



Yo aconsejo cocerlas la tarde anterior o, al menos, un par de horas antes para que estén bien frías antes de cortarlas. Tendrán más consistencia y las cortaremos sin riesgo de que se nos rompan y nos quede feo el plato.



Preparando el picadito de verduras:

Ponemos a cocer el 'choclo' en un caldero con agua con sal hasta que esté tierno. Más o menos 20 minutos. No lleva mucha cantidad, apenas dos cucharadas, porque no debe verse mucho sino encontrártelo de vez en cuando.
 
Picamos en cubitos pequeñitos la cebolla roja, el pimiento verde y el pimiento rojo. Ponemos todo en un bol y salpimentamos. Añadimos el choclo cocido y reservamos.



En una tacita pequeña ponemos zumo de lima, un poquito de pasta de rocoto (una puntita de cucharilla),  otro poquito de pasta de ají amarillo (de éste se puede poner un poquito más) y un poquito de aceite, mezclamos bien y lo vertemos sobre la verdura picadita.



Picamos bien unas ramas de cilantro (y a quien no le guste que le ponga perejil) y lo añadimos al bol; removemos bien, probamos y rectificamos de cualquiera de los ingredientes del aderezo si hiciera falta.

Montando el plato:

Cortamos las huevas, en este caso las hice en rodajitas porque eran huevas pequeñas y, además, queda más bonito el plato.





En una bandeja colocamos unas hojas de lechugas variadas por el borde de la bandeja (hoja de roble, lollo..., la que se quiera); ponemos el picadito de verduras con su aderezo, encima y entremezcladas las rodajas de huevas y adornamos con unos tomatitos, que si son chiquititos de Fuerteventura mejor que mejor, cortaditos en flor.



Y aquí tenemos lo que yo he llamado 'Huevas a la chalaca' . ¡Riquísimas!


Notas:

(1)
El choclo es un tipo de maíz de grano más gordo que el que normalmente se consume en esta parte del mundo. Lo podemos conseguir en tiendas de productos latinos y viene congelado, desgranado y también en rodajas con su carozo. Para cocerlo simplemente lo ponemos en agua con sal en un calderito y esperamos a que esté tierno.


(2) La pasta de ají amarillo la pueden encontrar en tiendas de productos latinos.  El ají amarillo, el más utilizado en Perú, es esencial en la cocina peruana. Por si a alguien le interesa saber más, su nombre científico es Capsicum baccatum.

(3) Igual que la anterior la encontramos en tiendas de productos latinos. El rocoto, es más picante y por ello tenemos que ser cuidadosos al utilizarlo. Vamos poniendo un poquitín, probamos y rectificamos. 

Hablo de 'pasta' de ají... y no del fruto porque es mucho más difícil de encontrar. De hecho, fresco en España no los encontramos, como mucho congelados. No se preocupen funcionan bien a la hora de preparar las exquisitas recetas peruanas.



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martes, 11 de septiembre de 2012

KAFTA AL HORNO AL MODO DE "LOS CEDROS"



Como ya les he contado en otras ocasiones, la gastronomía del Líbano es una de mis debilidades culinarias junto a la del Perú, el Magreb y Japón. 

La verdad es que soy muy curiosa y tan pronto estoy indagando recetas libanesas como tiro para otro lado, siempre intentando que la comida sea un medio para acercarme y acercar a los míos a otras culturas, a que vean (veamos) que la diversidad es una maravilla, que conocerla nos enriquece y que  incluso podemos ver similitudes por las huellas que ha ido dejando el mestizaje.

Como pedagoga he realizado proyectos de acercamiento intercultural en entornos educativos y la cocina, como elemento introductorio a otras culturas, no me ha fallado nunca. Cuando somos capaces de ponernos a cocinar nuestras recetas, al lado de una magrebí, una senegalesa, una peruana (hablo de mujeres porque fue así)  que hacían las suyas, para después intercambiar los resultados, les aseguro que se rompen un montón de barreras.

Soy canaria, tierra de cruce de caminos, de encuentro de cuatro continentes, siempre dicen que son tres... pero yo no lo veo así. En Canarias hay muchas familias que proceden de Oriente Próximo (Palestina, Líbano, Siria, India, Paquistán...) y éste junto con Europa, Africa y América, son cuatro influencias que subyacen en la idiosincracia canaria. Este es nuestro mestizaje básico del que me siento orgullosa.

Y hoy en día, afortunadamente, el mestizaje en todos los países es un hecho.

He soltado esta perorata porque me bulle la sangre, se me tuerce el estómago en estos tiempos que corren... perdón en estos recortes que corren y no puedo, ni debo, ni quiero, cerrar los ojos y esconderme detrás de mis 'pucheros' para no alzar la voz y decir que me parece indignante e indigno lo que está haciendo este gobierno con la educación y con la sanidad negando la asistencia sanitaria gratuita a una parte de la población de este país. Me da igual la condición jurídica que tengan... son parte de la población de este país. 
Nosotros también hemos sido, y estamos siendo, inmigrantes en algún país del mundo y no siempre legales, no lo olvidemos.

Dicho queda...

... y seguimos con la cocina.

Mis primeras incursiones en la cocina libanesa fueron el Taboulé, el Moutabel y el Hummus, todas publicadas en este blog, pero no me había puesto a hacer un plato principal precisamente por mi condición de 'saltimbanqui culinaria' y hace un par de meses Linda Jaber -del Restaurante Los Cedros en Las Palmas de Gran Canaria-, libanesa-canaria, una mujer estupenda y trabajadora, me mandó esta receta de Kafta al horno y yo cuando la recibí me quedé más contenta que una chiquilla con zapatos nuevos. 
 
Puse manos a la obra y la preparé para dos (siempre la primera vez de algo lo hago para dos), y quedó magnífica. Nos resultó deliciosa junto a una ración de Taboulé y otra de Moutabel, ese día no tuvimos Hummus ;-)

¡Vamos a preparar la kafta que ya verán lo sencilla que es!


Ingredientes para dos personas:

200 gr. de carne de cordero (sin grasa) molida
100 gr. de papas
1 cucharada de cebolla picada finita
2 cucharadas de perejil picadito
1 cucharadita (de las de moka) de canela
1 tomate maduro
100 ml. de salsa de tomate
100 ml. de agua
Sal y pimienta
Aceite de oliva virgen suave


Para la guarnición:

1 taza de arroz
1 cucharada de arvejas (guisantes)
1 pellizco de cominos en grano
Sal




Preparación:

La carne de cordero la podemos pedir molida al carnicero o molerla en casa con un procesador. Yo la molí en casa. Utilicé pierna de cordero; resulta que hace un par de semanas compramos para prepararlo con leche de coco y curry, tal y como había hecho el pollo, y... como siempre el efecto mercado te hace comprar una cantidad mayor de la que necesitas, así que me reservé 200 gramos para preparar esta kafta para dos.

Empezamos:

Ponemos en un bol la carne molida, la cebolla picada muy fina, el perejil picadito, la cucharadita de canela, sal y pimienta. Mezclamos bien con las manos (yo me pongo un guante de esos de tirar) y reservamos.


Pelamos y cortamos la/s papa/s, la cebolla y el tomate en rodajas.




Sofreímos las papas en aceite de oliva, de manera que no se queden completamente hechas, y le ponemos, casi al final y por encima, las rodajas de cebolla para que se hagan un poquito. Retiramos y reservamos.



La salsa de tomate la mezclamos con el agua y le ponemos un poquitín de pimienta molida.


Ahora vamos a montar la fuente para llevar al horno

Engrasamos un pyrex o una fuente. (1)

Ponemos una capa de carne molida, las papas y las cebollas encima.


Otra capa de carne molida y encima de todo las rodajas de tomate.



Rociamos con la salsa de tomate rebajada con agua.



Tapamos con papel de aluminio, lo llevamos al horno previamente precalentado y horneamos a 180º durante 1 hora.




10 minutos antes de sacar la fuente del horno preparamos la guarnición. Para este plato opté por un arroz basmati aromatizado con unos cominos, una vaina de cardamomo y unas arvejas.



Sacamos nuestro kafta del horno, retiramos el alumnio y... a comer acompañado de su guarnición.




Mil gracias a Linda Jaber, del Restaurante Los Cedros en Las Palmas de Gran Canaria, por haberme enviado esta receta.

¡Lo que daría yo por estar un mes en los fogones de Los Cedros, aprendiendo de ese buen hacer que tienen y que nosotros disfrutamos tanto cuando vamos por allí!

¡¡¡ Gracias Linda !!!


Nota:

(1) Yo lo hice en una bandejita porque era para dos y no tengo un pyrex chiquitito, pero mejor un recipiente más hondo (un barro mismo me hubiese venido de perlas, pero no caí en ese momento)



martes, 4 de septiembre de 2012

ALMOGROTE GOMERO



Bueno, empieza el nuevo curso, está suavizándose la temperatura y abrimos nueva temporada en el blog. Ha sido un verano muy caluroso, con incendios por todo el país y, aunque me duelen todos porque es naturaleza, porque son pérdidas, porque en la mayoría ha tenido que ver la 'mano negra' de algunos indeseables, el incendio que me coge más de cerca es el de la isla de La Gomera. Ha sido terrible y quienes conozcan la isla sabrán bien de lo que estoy hablando.

Por ello, como homenaje a La Gomera y por extensión a todas las zonas que han sufrido incendios, quiero compartir con ustedes una receta muy sencilla de elaborar y que es típica de esta isla: el almogrote que junto con el guarapo o miel de palma conforman los productos emblemáticos de La Gomera.

En La Gomera se encuentra el Bosque del Cedro, dentro del Parque Nacional de Garajonay, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981, en él se conserva la mejor representación de laurisilva de Canarias.

Aquí les dejo una foto del Bosque del Cedro que sacó mi hijo Tahiche en un viaje a la isla hace unos meses y un enlace por si quieren saber un poco más.




Cuando se planteen viajar a Canarias no piensen solamente en las islas 'típicas' de catálogo de agencia de viajes -Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote- que son preciosas y cada una de ellas tiene un encanto propio y a las que estoy muy unida por biografía personal, pero conozcan las otras, las menos conocidas, las chiquititas, esa Gomera, ese Hierro y esa isla de La Palma, esa isla de La Graciosa... Háganme caso y descubrirán la diversidad que tenemos en Canarias.


¡Vamos a por nuestro almogrote que si sigo escribiendo sobre mi tierra me entra la magua!



 
 Ingredientes:

250 gr. de queso viejo (1)
2 dientes de ajo grandes
1 cucharadita de buen pimentón
2 cayenas (2)
Un chorrito de aceite de oliva  






Notas sobre los ingredientes:

(1) El queso que se utiliza es, naturalmente, un queso de la isla de La Gomera que se suele elaborar con leche de cabra y con un ligero toque ahumado. En la península es imposible encontrar queso gomero por lo que este almogrote lo hice con queso de oveja viejo. Eso es fundamental, que el queso sea viejo, que ya esté poniéndose duro.

(2) La pimienta que se usa tradicionalmente es una 'pimienta palmera picona' que se da en Canarias, la que se le pone al mojo picón. Y con la pimienta me pasa lo mismo, que aquí en Madrid no se encuentra y como se trata de darle un toque picón al almogrote, le puse dos pimientas de cayena.



Preparación:

Rallamos el queso y lo ponemos en un almirez, le añadimos el pimentón, las cayenas y los dientes de  ajo prensados. 



Majamos bien todo ésto con la mano del almirez y le añadimos un chorrito de aceite de oliva y seguimos majando hasta que consigamos una pasta untable.



La cantidad de aceite va según sea el queso, hay algunos que sueltan más grasa y otros son más secos por eso debemos tener cuidado y poner poca cantidad de aceite para que el almogrote no nos quede graso.
 

Y ya está, ya tenemos nuestro almogrote.






 ¡A disfrutarlo con pan bizcochado! (*)

(*) En Canarias el pan bizcochado es el pan tostado al horno, se puede hacer entero pero lo más habitual en las casas es cortarlo en rodajitas y bizcocharlo al horno a 180º hasta que está ligeramente dorado. Lo guardamos en una lata y tenemos 'tostadas' siempre a mano en casa y... una cosa importante: no tiramos nada de pan.

En mi casa, aquí en Madrid, nunca falta el pan bizcochado guardado en su lata y los mojos y el almogrote en la nevera.


viernes, 6 de julio de 2012

AJOBLANCO SUAVE DE PRIEGO DE CÓRDOBA


Ya estamos en plena época de sopas frías: gazpachos de todas las formas y colores, ajoblanco, vichyssoise...

Hoy quiero compartir con ustedes la receta de un ajoblanco suave. He probado muchos tipos de ajoblanco, unos con más cantidad de ajos, otros más espesos -casi como una crema de untar-, con uvas, sin uvas, con melón; como digo yo, cada uno de su padre y de su madre y todos deliciosos.

Pero de todos el que me cautivó y que mejor me cayó en el cuerpo fue uno (¡unos cuantos!) que tomé en Priego de Córdoba en el Hostal Rafi.

Era el verano de 2006, se casaba mi sobrino mayor, Daniel, con Esther (de Priego); desde Canarias fuimos prácticamente toda la familia y tomamos el pueblo, ese precioso pueblo.

Fue un viaje entrañable, por el acontecimiento, por poder compartir días de vacaciones tanta gente de la familia, por el acogimiento que tuvimos en Priego y, tengo que decirlo, por lo bien que nos trataron en el Hostal Rafi.

Tan buen recuerdo me quedó que, el año pasado, estando en Jaén con mi marido por temas de trabajo, nos dimos un salto a Priego a comprar buen aceite, a pasear por sus callejuelas llenas de macetas con flores, a cenar y, of course, dormimos en "el Rafi", cómo no.


Pues este ajoblanco está hecho con aceite de oliva virgen extra de Priego de Córdoba y con un vinagre reserva de vino viejo de La Palma del Condado (Huelva) que nos trajo nuestra cuñada Nuria hace un año y que hemos ido dosificando porque es una verdadera delicia.

En el ajoblanco, como todo en cocina, la calidad de los ingredientes es fundamental para que el producto final sea magnífico. Así que -para mis seguidores más jóvenes- no escatimen en la calidad de un buen aceite y un buen vinagre. No hace falta que gasten mucho dinero, lo que hace falta es prestar atención a los productos que compramos.

Y yo, como he tenido el privilegio de contar con un aceite magnífico y un vinagre exquisito lo junté con unas buenas almendras y... ¡así quedó el ajoblanco!.

Para terminar permítanme un consejo: preparen este ajoblanco un día antes de cuando vayan a tomarlo, gana una barbaridad. Es un ajoblanco de sabor delicado y este reposo le aporta intensidad de sabor. Créanme que es cierto.

¡Vamos allá!



Ingredientes:
 
150 gr de almendras crudas peladas
100 gr. de miga de pan
1 diente de ajo grandito
50 ml de aceite de oliva virgen extra
25 ml de vinagre de buena calidad
sal
1 litro de agua fría




Preparación:

El litro de agua fría que se indica entre los ingredientes es toda el agua que utilizaremos, tanto para el remojo como para la consistencia final del ajoblanco.

Dicho esto empezamos a preparar esta sopa fría tan rica. Tan sólo 3 pasos tendrán la culpa:

  • Ponemos la miga de pan y las almendras en un bol con agua suficiente para que empape bien la miga pero que no sea demasiada. Esto lo tendremos de remojo durante, al menos, media hora.
  • En el vaso de la batidora ponemos la miga de pan, las almendras y el diente de ajo pelado y cortado en tres o cuatro trozos. Batimos todo bien de manera que nos quede una masa fina.  
  • Añadimos el aceite, el vinagre y una puntita de sal. Incorporamos el resto de agua fría, volvemos a batir, probamos de sabor y rectificamos, si hiciera falta, la sazón de cualquiera de estos tres ingredientes.

¡Y ya está, tenemos nuestro ajoblanco listo para reposar y servirlo, como siempre mucho mejor, al día siguiente!



En el momento de servirlo lo decoré con tres almendras tostadas y cebollino picado. Me encanta esta hierba por su sabor tan fino y ese toque de frescor que aporta.



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martes, 26 de junio de 2012

PUDIN DE PAN CON GUARAPO



Hoy les traigo una receta que se hace mucho en las casas canarias, un pudin de pan, postre de tradición inglesa que esta comunidad, presente en nuestras islas desde, al menos, el siglo XVIII, con unos intereses comerciales como la comercialización de los vinos, alabados por Shakespeare, los tomates, naranjas, plátanos y otros cultivos (cochinilla, orchilla...) introdujo, junto a otras recetas, en la gastronomía isleña. 

Este pudin lo he querido acompañar de un producto de la isla de La Gomera que se produce, al menos que se sepa, desde hace 500 años. No conozco registros históricos de antes de la conquista, pero no digo que no los haya. Este estupendo producto es el guarapo que se elabora cocinando savia de las palmeras endémicas de Canarias y cuya extracción necesita de unas manos expertas porque si no moriría la palmera.

Aquí les dejo un enlace a un blog que descubrí ayer Campos de Hispania. Blog sobre la industria agroalimentaria y sus productos que hace un par de semanas ha dedicado una entrada al guarapo.

La peculiaridad que tiene el guarapo es que a pesar de ser dulce tiene un trasfondo amargo peculiar, lo que nos proporciona un contraste de sabores dulces cuando lo utilizamos en repostería. En casa con una buena cuajada nos resulta delicioso.



Ingredientes:

250 gr. de pan duro
1 litro de leche entera
6 huevos
1 limón (usaremos la cáscara)
2 palos de canela
1 taza de pasas
1 copa de ron, ¡si es canario mejor! (*)
60 gr. de azúcar

Azúcar para hacer el caramelo

Guarapo para acompañar



(*) Las pasas las remojaremos en ron únicamente si no hay niños. En caso de que tengamos niños a comer remojamos las pasas en leche o, incluso, en agua tibia.



Preparación:

Ponemos el horno a precalentar.

Ponemos la leche en un caldero, añadimos los palos de canela, la piel de un limón y el azúcar.



La piel del limón debe sacarse siempre con un cuchillo bien afilado o con un pelador, de manera que no cojamos de la parte blanca porque le daría un sabor amargo al producto donde lo pongamos, en este caso a la leche que vamos a infusionar.

Llevamos el caldero al fuego, primero medio alto y después mantenemos la leche a fuego lento, para que se impregne bien de los sabores del limón y la canela, durante 10 minutos.



Mientras la leche está al fuego preparamos el resto de ingredientes
Ponemos las pasas de remojo en ron.


Hacemos el caramelo y caramelizamos el molde (en mi caso los moldes).


Troceamos el pan, con las manos o a cuchillo, como mejor les parezca, y lo ponemos en un bol.



Este pan que utilicé era un pan de campo de estos recios, con un magnífico sabor. Empecé cortándolo con las manos pero... pudo más que yo y decidí cortarlo en cubitos con el cuchillo.

Batimos los huevos, como para tortilla y reservamos.  

 

Con la leche ya infusionada vamos a montar el pudin


Colamos la leche sobre el bol donde tenemos el pan cortado y, ayudándonos de una pala de madera, rompemos un poco el pan.




Añadimos los huevos batidos, removemos e incorporamos las pasas y una cucharadita del ron donde las tuvimos de remojo.


Mezclamos bien y lo vertemos en el molde que hemos caramelizado. Lo ponemos al baño de María en el horno precalentado y dejamos cocinar durante 45 minutos a 180º. Comprobamos con una brocheta si está en su punto.


Dejamos templar, desmoldamos y lo ponemos en la nevera para que se enfrie. Queda mucho más rico (como casi todo) hecho de víspera.


Y servimos con guarapo por un ladito.



¡A disfrutarlo con un buen café!



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