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jueves, 27 de octubre de 2011

UN TRUQUITO PARA LA TORTILLA DE PAPAS


Hace un par de noches, lo típico... ¿qué cenamos? Yo, generosa, digo -hago una tortilla de papas- y digo hago porque siendo un plato tan sencillo sale tan diferente como personas la elabore, y a mí me encanta la tortilla de papas de Juan, mi marido. Así me enredó, todo hay que decirlo. Pero hace un par de noches tocó tortilla de papas de "pinito".

Yo lo único que hago es confitar la papa más que freirla. La corto en cuadraditos y la pongo a freir con su cebolla, si se me antoja, y tengo, también pimiento verde y unos dientes de ajo con su cáscara (solamente con un corte), dejo todo esto que se cueza en el aceite, es decir, aceite muy caliente al principio pero después lo mantenemos en un "chup chup" para que no se nos arrebate el producto.


Los dientes de ajo son fundamentales en mi tortilla. Cuando las papas con la cebolla y los dientes de ajo están hechos los sacamos de la sartén, escurrimos bien de aceite y separamos los dientes de ajo en un plato. Los sacamos de la piel, los escachamos con un tenedor y los incorporamos al huevo batido junto con las papas.











De verdad, prueben a hacerlo y queda un sabor peculiar que la gente no termina de captar. Suelen decir... "¿qué le pones a la tortilla?", "¿tiene un sabor diferente pero no sé de qué?".  


Bueno, aquí tienen un truco, mi toque, para las tortillas de papas. Ya me dirán qué tal les resultó.



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jueves, 16 de junio de 2011

CONSEJO DE COCINA: La dieta blanda no significa comer aburrido

 
Desde la semana pasada no he subido ninguna receta al blog, la verdad no he estado para mucha cocina. Se metió en casa un "mal bicho" que nos afectó al estómago y... así no hay quien coma y si no se come no se cocina.

¿Por qué cuento todo esto? Porque hablando con amigos y familiares, que nos llamaron para interesarse por nuestro mal de tripa, me preguntaron, me aconsejaron, me prescribieron, el consabido repertorio de: arroz hervido, zanahorias, papas sancochadas (cocidas), pescadito hervido... todo muy sano, todo muy soso pero todo muy aburrido.
El primer día, como todo hijo de vecino, comida sosita pero el segundo ya no nos resistimos a historiarla un poco sin que dejara de ser dieta blanda para la ocasión.

Ese primer día compramos una merluza fresca e hicimos un caldo con la cabeza, las espinas, un puerro, media cebolla, dos zanahorias, una ramita de perejil y otra de cilantro. Todo por tener un caldito para por la noche que, como se dice en mi tierra, "nos sentara las madres" (nos calmara el estómago).

En otro caldero pusimos agua, la otra media cebolla junto con unas papas a cocer, cuando las papas ya casi estaban pusimos los trozos de merluza. Se coció el pescado y eso fue lo que comimos ese primer día.

Al día siguiente, ya nos encontrábamos mejor pero aún convalecientes, hicimos una comida con lo que teníamos del día anterior. Nos había sobrado merluza cocida, alguna papa también y, como nos gusta poner en la mesa platos apetitosos, cocinamos un guisito que está tan rico que se le puede poner a toda la familia aunque el resto no esté malito.

Es muy sencillo:

Colamos el caldo que habíamos hecho el día anterior, calculamos el que vamos a necesitar ( 8 tazas en este caso) y reservamos el resto, le añadimos una taza, de las de café, de arroz por persona (2 en este caso) y unas hebras de azafrán.

 Hay que tener en cuenta que no vamos a hacer un arroz seco sino un guiso caldoso.

Mientras el arroz se iba haciendo
  • Cortamos en rodajitas las zanahorias del caldo (están duritas porque para hacer un caldo de pescado solamente tenemos que dejarlo 20 minutos al fuego) 
  • El pescado cocido que nos había quedado del día anterior cortado en trozos de cuchara.
  • Las papas que también nos habían quedado, igualmente cortadas en trozos pequeños.
Cuando el arroz estuvo cocinado le añadimos todo lo anterior, solamente para que cogiera calor ya que todo estaba cocinado. Picamos cilantro pequeñito, se lo pusimos por encima y dejamos reposar tres minutitos.

Si vemos que le falta caldo solamente tenemos que añadirle del que habíamos reservado.


 Cuando le conté este guiso a un amigo que llamó para interesarse me dijo que porqué no lo ponía en el blog. Como me comentó, la mayoría de las personas sabrán qué hacer cuando se encuentran con problemas de estómago pero también hay muchas que no se les ocurre qué comer. Para ellos va.

Háganla, queda muy sana y muy rica, se puede poner como primer plato, o plato único para una cena, en cualquier ocasión, sin tener ningún "andancio" de tripa.


Para mi querida hija Fayna que me acaba de decir, desde Tenerife, que también está con "andancio" de barriga.



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viernes, 13 de mayo de 2011

HERVIDOR DE AGUA


Un truco para aprovechar el tiempo y adelantar en la cocina.

Muchos de nosotros tenemos un hervidor de agua en nuestra cocina que he observado utilizamos para hacernos un té o cualquier otro tipo de infusión. Una forma de sacarle partido a este aparato es hervir en él el agua para nuestros guisos, con esto conseguiremos ahorrar energía los que tienen vitrocerámica y ahorrar gas y tiempo los demás.

Parece una bobería pero se adelanta una barbaridad a la hora de sancochar (cocer) unas papas, añadir agua a algún arroz, a algún guiso...

A quienes no lo tengan les aconsejo que se hagan con uno; los hay de muchos precios pero en general no son caros. Creo que los de 1/2 litro están por los 15 euros en grandes almacenes, así que seguro que en ferreterías o en grandes superficies estarán incluso más baratos.



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