viernes, 8 de abril de 2011

TORTITAS DE CARNAVAL DE CARMEN PEÑATE, DE LA ATALAYA DE SANTA BRÍGIDA (GRAN CANARIA)


Ya sé que estamos casi en Semana Santa y Doña Cuaresma se puede molestar por subir al blog una receta de tortitas de Don Carnal (una de tantas, hay muchas) pero no me he podido resistir porque ésta es curiosa y antigua, viene de un pueblo de Gran Canaria, La Atalaya de Santa Brígida, precioso por cierto.

Me la pasó mi cuñada Maribel y era de su madre, Carmen Peñate. Lo curioso, lo original, de estas tortitas es que se elaboran con una mezcla de harina y gofio. 

El gofio, para los que no lo conozcan, es un alimento de las Islas Canarias de origen prehispánico; se hace con cereal tostado y molido: trigo, cebada, millo (maíz) e incluso en la isla de Lanzarote se elabora uno con garbanzos. 

De Canarias se llevó a América, en República Dominicana (Quisqueya la Bella) sigue utilizándose y lo tienen bastante arraigado, tanto que resulta curioso darse una vuelta por los lugares de Nueva York donde se concentra población quisqueyana y encontrar que en las tiendas de productos dominicanos venden gofio. Una maravilla cuando uno se encuentra tan lejos de su tierra.

El gofio se puede preparar de múltiples maneras: con leche, con caldo, espolvoreado con el potaje, amasado con plátanos... en fin, ya pondremos alguna receta para que experimenten los que no lo conocen porque a los que lo conocemos nos encanta.


Para hacer las tortitas vamos a necesitar: (Foto 1)

Foto
1 vaso de harina
1 vaso de gofio
1 vaso de vino tinto
½ vaso de azúcar
½ vaso de zumo de limón
1 cucharada rasa de canela en polvo
1 cucharadita de matalahúva (anis) majada en mortero          
3 huevos (yemas aparte y claras a punto de nieve)


Las hacemos de la siguiente manera:

1. Mezclamos en un bol la harina, el gofio, el azúcar, la ralladura de limón, la canela en polvo y la matalahúva.

2. Añadimos los líquidos: vino tinto, zumo de limón y yemas de huevo y mezclamos bien (foto 2),


Foto 2
 Por último, las claras montadas a punto de nieve, mezclando poco a poco, con movimientos envolventes. (Fotos 3 y 4)

Foto 3
Foto 4










3. Dejamos reposar esta masa durante una hora. Ponemos una sartén con aceite al fuego, las freimos con el aceite no muy caliente. (Foto 5)

Cuando se trata de freir postres tengo costumbre de añadirle al aceite un palito de canela, me gusta como la aromatiza; este aceite después se puede volver a utilizar para otros postres fritos o, incluso, para albóndigas.


Foto 5

Y... ¡¡¡ a comer que son un vicio!!! (Foto 6)

Foto 6
Yo les añadí media cucharadita, de las de moka, de jengibre molido, le va muy bien porque el jengibre y la canela parece que están hechos el uno para el otro.

Una variante de esta receta podría ser sustituir el vino tinto por vino dulce suave (el que se llama vino de misa) reduciendo, por supuesto, la cantidad de azúcar de la receta original.


Pues lo dicho, son muy fáciles y muy golosas. A ver si se animan y me mandan recetas, yo las elaboro y las pongo en el blog (con su "denominación de origen" por supuesto). Un intercambio, ¿les parece?




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