El pasado septiembre tuvimos la alegría de que viniera de Sergio, el mayor de nuestros hijos, que está viviendo en Berlín. Vino por su cumpleños, el 15 de septiembre y le hicimos una comida de celebración en casa con su hermano Guillermo, sus tíos Alfonso e Isabel y, claro está, nosotros.
Preparamos un menú de fiesta y, como Sergio es un apasionado de la tarta de queso, decidimos prepararle una en casa que tiene más valor que las que se compran hechas. Realmente era la primera vez que la hacíamos y quedó tan rica que para el cumpleaños de nuestro amigo Luis Muñoz, diez días más tarde, le hicimos otra.
En las dos celebraciones el personal se quedó encantado.
Ingredientes para 6 u 8 raciones:
Para la base:
1/2 paquete de galletas (120 gr) maría o digestive
100 gr de mantequilla en punto pomada
Para el cuerpo de la tarta:
4 huevos
1/2 kilo de requesón
2 botes de nata líquida (500 ml)
100 gr de azúcar
Para acompañar (opcional):
Mermelada de arándanos
2 cucharadas de agua
Preparación:
Preparamos primero la base de la tarta. Para ello ponemos en el procesador de la minipimer las galletas troceadas y las trituramos, pasamos el triturado a un bol, incorporamos la mantequilla y mezclamos bien con las manos hasta obtener una masa.
Si no tenemos este 'cacharrillo' simplemente ponemos las galletas en una bolsa de plástico y con ayuda de un rodillo o una botella las escachamos bien.
Con esta masa cubrimos bien la base de un molde de horno (desmontable a ser posible) y lo dejamos reservado.
Ahora vamos a preparar el cuerpo de la tarta de queso.
En un bol grande ponemos el requesón y lo deshacemos un poco con las manos, añadimos los 4 huevos, el azúcar y la nata, mezclamos bien con la minipimer y probamos a ver si está en nuestro punto de dulzor.
La cantidad de azúcar que les indico es justo para que no quede muy dulce, ya he comentado varias veces que las cosas muy dulces no son precisamente mi pasión, ni la de los míos.
Vertemos esta mezcla en el molde con la base de galletas que habíamos reservado y ponemos al horno a 150º durante 1 hora aproximadamente.
El tiempo de horno, como siempre, depende de cada horno y sus prestaciones. Los que tengan hornos más modernos se les acortará el tiempo de cocción por eso hay que vigilar la tarta a partir de los 25 o 30 minutos y comprobar con una brocheta, o una aguja de hacer punto, cómo va.
Mientras la tarta está en el horno ponemos un tercio de bote de mermelada de arándanos en un cazo pequeño y le añadimos un par de cucharadas de agua (si la mermelada es muy densa se le puede añadir más agua), ponemos el cazo al fuego, revolvemos hasta que se liguen el agua y la mermelada y listo.
Sacamos la tarta del horno, la dejamos enfriar y...a disfrutarla con un buen té o una buena taza de café. Fíjense en la consistencia de la tarta, selladita pero suave.
Esta receta, como no podía ser de otra manera, está dedicada a nuestro hijo Sergio. No podrá venir en Navidades pero cuando vuelva, en enero o febrero, tendrá una preparada esperándole.
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