Para este fin de semana un aperitivo que se puede convertir en una cena si lo acompañamos de una buena ensalada de rúcula, mixta o unos buenos tomates con sal y aceite de oliva virgen (así nos lo tomamos nosotros la otra noche).
La receta es sencillísima de elaborar y a partir de ella podemos idear un montón de cucharitas de entrante. Todo es echarle imaginación al asunto.
Ingredientes:
150 gr de Crema Fresca (una nata con textura de queso cremoso)
100 gr de huevas de salmón (salvaje si es posible, son más ricas)
Una cucharada sopera de eneldo picado
Unas ramitas de eneldo para decorar
¿Cómo lo hacemos?
Ponemos la crema fresca -también se puede hacer con mascarpone pero queda más pesado- en un bol, añadimos la cucharada de eneldo picado y trabajamos bien la mezcla para que la crema fresca se impregne del sabor del eneldo.
Cogemos unas cucharas de las de servir aperitivos(*) y ponemos una cama de crema fresca con eneldo y encima una cucharadita de huevas, adornamos con una ramita de eneldo y... a comer.
¡Es una verdadera delicia!
(*)
Debemos tener en cuenta que lo que ponemos en una cuchara de servir tiene que ser justo un bocado, más o menos generoso pero bocado al fin. Si la sobrecargamos perderemos el encanto y la sutileza que pretendemos con este tipo de entrante. Que quien la tome se quede con ganas y no que se empalague.
Cucharas de servir aperitivos hay de muchos materiales, desde las desechables de plástico o bambú hasta las reutilizables de acero inoxidable y las de loza o cerámica. Yo prefiero estas últimas por la suavidad del tacto en la boca, mucho más agradable que el acero inoxidable.
Estas cucharas no son caras, en los "chinos" las encontramos sin problema y a buen precio, pero en el caso de que no las tengamos, o no las queramos tener, la misma receta la podemos hacer con una base tradicional: blinis, tartaletas, mini-volovanes... aunque no queda tan rico ;-)
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