martes, 22 de marzo de 2011

SAMA ROQUERA (URTA) CON JULIANA DE VERDURAS EN PAPILLOTE



¡¡¡YA ESTAMOS EN PRIMAVERA!!!

¡Qué rico! Hay que ir preparándose para el verano y... yo estoy a dieta. No es por la operación bikini sino por prescripción médica, desajustes de tiroides, pero al fin y al cabo es dieta. Así que, como voy subiendo al blog lo que se hace en casa... todos a dieta. 

Pienso que para cuidar la salud o la línea no es preciso aburrirse a base de "pollo plancha-pescado plancha-filete plancha".  

Me gusta tanto cocinar como comer bien, por lo que me esmero en que las comidas que tengo que hacer estén buenas, sabrosas y con la mejor pinta posible y como pongo en el blog lo que voy cocinando, iré subiendo las recetas que me resulten interesantes de este período de dieta, alternándolas con recetas normales.

Ayer domingo vinieron a comer a casa Alfonso, Isabel y Guillermo, y el plato principal, de dieta :-), fue una sama roquera (urta se llama en Andalucía) con juliana de verduras en papillote. 

Hablando en la cocina antes de comer, comenté que estoy a dieta y bla, bla, bla... 

Después de los entrantes, al empezar con el plato principal, Alfonso (hombre de muy buen comer) me preguntó sorprendido "¿y ésto es un menú de dieta?", no se podía creer que pudiera ser una comida tan rica y tan normal.

El domingo hice pescado para cinco con una sama roquera (otras veces lo he hecho con merluza, con salmonetes, con lubina salvaje...) de 2 kilos 700 gramos, no le puse esta vez pimiento rojo porque no tenía, pero se lo he puesto otras veces. En fin la elección del pescado y de la verdura (salvo el puerro y la cebolleta) es personal.

De verdad queda ríquisimo el pescado y, además, verán que es muy fácil y rápido de preparar.


Bueno, manos a la obra y vamos a ver cómo preparamos esta receta, voy a dar las cantidades para cuatro personas porque es la medida más estándar.

Necesitamos:

Un pescado (merluza, dorada, sama, lubina…) de aproximadamente 2 Kg
2 zanahorias
1 puerro
2 cebolletas (cebollas tiernas)
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
Un poquito de vino blanco
Un poquito de salsa de soja (opcional)



Modo de hacerlo:

El primer paso en esta receta es pedirle al pescadero que nos saque los lomos del pescado que hayamos elegido (foto 1) y en casa los partimos al tamaño de la ración que queramos (foto 2), conservando siempre la piel porque protege al pescado y le aportará gusto a nuestro guiso.

Foto 1
Foto 2

 



Por cierto, le decimos al pescadero que nos reserve la cabeza y las espinas (foto 3), éstas no se tiran porque nos sirven para hacer un caldo añadiéndoles cebolla, puerro, zanahoria, tomate, apio... (foto 4) y en diez minutos de cocción tenemos un caldo de pescado excelente que podemos congelar y utilizar para otras recetas.




Foto 3
Foto 4














Empezamos.

Preparamos el papel de aluminio para los papillotes. Cortamos cuatro pedazos bien grandes (tienen que caber el pescado y la verdura correspondiente de cada ración y holgura para que lo cerremos con aire dentro, no apretado).

Después:

    Cortamos en juliana muy fina las verduras y las salteamos en una sartén, poniendo primero las más duras (cebolla, puerro, zanahoria, habichuelas, los pimientos y, por último el calabacín). Salpimentamos, le añadimos una cucharadita, de las de moka, de  soja y dividimos en cuatro porciones (fotos 5 y 6).


Foto 5
Foto 6






     




Ponemos una porción de verduras en el centro de cada papel de aluminio, el lomo de pescado salpimentado encima de éstas, regamos con dos cucharadas de vino blanco  y cerramos los papillotes dejando “aire” dentro de los paquetitos. Tienen que quedar muy bien cerrados. 

La técnica de cerrar los papillotes la podemos observar en las fotos 7 a 12.


Foto 7
Foto 8






Foto 10
Foto 9




Foto 11
Foto 12










       Colocamos los papillotes en la bandeja del horno (foto 13), la introducimos en  éste (previamente precalentado) y cocinamos a 180º-190º durante 30-40 minutos, dependiendo del grosor de los lomos.  
Si los lomos son gruesos puede necesitar hasta 50 minutos de cocción, no tengan miedo con el tiempo porque una de las muchas bondades del papillote es que conserva los jugos dentro, es como un hornito de albal, y es muy difícil que se seque el pescado.


Foto 13

 Servimos en cada plato el papillote abierto en cruz con una tijera de cocina y… a comer (foto 14). 

Foto 14


Muy bueno y muy sano. ¡El personal quedó encantado! (foto 15).

Foto 15

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